¿Por qué se lamentan estas personas? ¿Son actores o lo hacen de forma espontánea? ¿Alguien vio en la televisión la preselección de la candidatura a capital europea de la cultura? ¿O salía la Esteban hablando de sus difuntos padres cuando el fotógrafo les enfocaba?
Me adentro con esta entrada en el apartado de denuncia política, en este caso contra la política cultural que se practica aquí, «a lo cántabro», es decir, como a lo tonto, al igual que la arqueología de campamentos romanos. De otra manera no se entiende el fervor que mostraban ciertos políticos y la prensa por la candidatura de Santander a capital europea de la cultura, en contraposición a la escasa actividad artística desarrollada. Pues poner 27 mástiles de banderas y repartir pegatinas y camisetas lo hacen todos los años los grandes almacenes para promocionar sus ofertas. De hecho, los eventos «culturales» más relevantes de Santander en este año han sido las casetas de feria y la propuesta de «El Río Suena», que nada tienen que ver con un enfoque cultural europeo.
El más claro ejemplo de esta política cultural a lo tonto lo representa el siempre mediático presidente Revilla, quien tras conocer la noticia afirmaba que la candidatura de Santander era «muy superior al resto de preseleccionadas» (DM 1/10/10, p.4) y que no entendía la decisión del jurado. El citado periódico añadía un pequeño artículo difamatorio donde pretendía explicar la exclusión de Santander sobre la base de la formación del jurado por personas con alguna vinculación con el socialismo. Parece últimamente que la causa última de cualquier acción realizada en España es política. Desconozco los otros proyectos culturales, pero me extrañan que puedan ser más parcos que el santanderino, donde la gran apuesta es un museo privado aún por construir (y que esperemos no corra el mismo destino que el tan anunciado Museo de Cantabria). Lo que quiero decir es que para evaluar una situación hay que utilizar argumentos racionales, y no dejarse llevar por una pasión localista, que tanto les gusta cultivar a los políticos para alejarnos de los problemas cotidianos y de la exigencia de responsabilidades.
Pero vuelvo y acabo esta entrada con el siempre estrafalario Revilla, quien tan bien encarna la «pasión» que existe por la cultura en la región. En la reciente visita de Alberto II de Mónaco a las cuevas de Puente Viesgo, nuestro atrevido presidente ejerció sin rubor de guía, como se le aprecia en la foto que a media página publicada el citado periódico que luego se extrañaba por la eliminación de Santander como ciudad cultural europea. Todo visitante de cuevas arqueológicas conoce que una de las primeras advertencias que realiza el guía es que nadie se salga del camino señalado y que no se le ocurra tocar las paredes, ya que puede dañar las pinturas. Ahora observen la foto en su lado derecho, y aprecien la «profesionalidad» de nuestro guía-presidente. Menos mal que no le llevó a ver la Virgen de Montserrat, porque a lo mejor sacaba su pañuelo y le limpiaba la cara a la ennegrecida estatua. Esto es el mejor símbolo de la preocupación cultural de nuestros políticos y de las personas de la primera foto, que venga la prensa a hacerles una foto, sin tener ningún interés en la propia obra de arte. Vamos, que como decía al principio una política cultural «a lo tonto», y así cualquier proyecto cultural se convierte en una odisea.
2016: odisea cultural santanderina
02/10/2010 por profesor
La concepción de la política que tiene el populista Revilla es a mi modo de ver la siguiente: Cascarria es mi cortijo y en él hago y deshago como me da la gana; es decir una concepción patrimonialista y caciquil de la región según la cual él se considera el dueño del terruño.
Pero esta visión parece extenderse a otros políticos locales, amenazados por la sombra del contrato a dedo y que se llenan la boca hablando de cultura y patrimonio cuando, según aprecio yo, les importa el tema un cagarro.
Y luego, para mayor loa y ensalzamiento del político en cuestión, tienen los chismes de llamarle a una de las nuevas especies de insecto descubiertas en la cueva de El Soplao «Cantabroraphidia marcanoi». ¿»Marcanoi»?
Ver para creer; pero lo que oyen, señores.
Gran artículo. Mi eslogan para Santander siempre fue este:
¿Santander 2016?…Ni de coña.
Mi lema era: «Santander 2016, Capital Europea de la Incultura».
Realmente se ha hecho justicia al no permitir a Santander continuar en esta pantomima de la capital europea de la cultura.
Con respecto a lo de Revilla tocando la pared de la cueva….. en fin, poco hay que decir porque viendo la foto ya se puede apreciar fácilmente el grado de inteligencia del individuo en cuestión.
¡Un saludo!
Siempre me pareció muy ridicula esta candidatura, pero también me lo parece las de otras ciudades. Sinceramente pensaba que gracias al mamoneo que se destila en Santander, iba a pasar a las siguiente fase (pero nada más).
Espero que gane Las Palmas.
No diga usted eso de Santander, que usted ha contribuido y luchado mucho por la canditatura de esta ciudad participando en los diferentes eventos lúdico-festivos con los que el Ayuntamiento pretendía convencer al jurado para pasar la criba. Yo también traté de aportar mi granito de arena, y eso que se ha hecho todo lo posible para potenciar todas las actividades culturales de la ciudad: colocar unas banderas de los países de la UE; poner unos paneles de luces anunciando la candidatura, empapelar Santander con el «No nos pararán» y poner dos casetas y música en el «Santander Río». Pero, si el jurado está comprado… No podemos hacer nada.