Aunque pensaba en un principio dedicar esta entrada a una nueva crítica cinematográfica, los problemas técnicos, ésos de los que nadie está exento en alguna ocasión, han hecho que adelante un entrada que llevo meditando tiempo ha y que está dedicada a un compañero, al pintor, escritor y bohemio Paco Cotero, nacido en Santander y residente en Reinosa, aunque otras ciudades lo han visto pulular también muchos años por sus calles: Oviedo, Ávila, Burgos…
Paco ha sido ermitaño en Lantueno, fumador empedernido desde que lo conozco y pintor en todas partes. Su vida está llenas de peripecias, o, mejor, quizá toda ella sea una gran peripecia.
Mi primer contacto con su obra tuvo lugar cuando leí hace ya tiempo, con gusto y curiosidad, su amena recopilación de cuentos, Álex son cinco minutos, donde a evocaciones del pasado se unen otras ensoñaciones llenas de fantasía.
Y además de escribir, pinta. Su estudio es a la vez museo donde sus cuadros, llenos de colorido, llenan las paredes y los suelos, con frecuencia en ese caos que es tan característico de los artístas bohemios del fin de siécle.
Les muestro hoy un poco de la producción de Paco Cotero. Disfruten, como digo, del colorido de sus gruesas pinceladas y de las estampas que nos ofrece, algunas un tanto alucinatorias, muchas de ellas sacadas del hermoso Campoo en el que reside.
Interesantes como siempre las entradas con contenido artístico. Bonitos y alegres colores para esta pintura de un artista de la tierra. Deberíamos valorar más todo lo bueno que tenemos en esta región, que desde luego es mucho, a pesar de que algunos políticos caciquiles y despóticos quieran cargárselo todo.
Un saludo.
Me sumo a lo dicho por Pamaius y añado que impresiona ver el colorido empleado para la elaboración de dichos cuadros, lo que hace que estén llenos de vida y que reflejan muy bien la característica más peculiar de la naturaleza norteña, de la zona cántabra, entre otras, su verdor en lo paisajista.
Un abrazo
desde luego un arte maravilloso, lleno de positivismo!