Otra de exorcismos. Nunca pierdo la esperanza de encontrar una que me sorprenda… Con escaso éxito.
Michael Kovak, el hijo del dueño de una funeraria que pone “guapos” a los difuntos se mete al seminario para hacerse cura, pero cuando termina decide abandonar por dudas de fe. Es entonces cuando un cargo de la Iglesia le recomienda que continúe, acuda a Roma a unos cursos sobre exorcismo y a visitar a un exorcista que conoce bien los ardides del Maligno. El Padre Lucas vive en un cuchitril de mala muerte en una de las colinas de la ciudad y es allí donde realiza sus exorcimos, aunque en ocasiones también los hace a domicilio. Michael, un escéptico, verá puesto a prueba su escepticismo en las sesiones que realice el Padre Lucas a una adolescente local. Pero el Maligno no se conformará con poseer a la chica…
La película, que se puede ver sin más, es otra película de exorcismos sin más, donde no hay ya nada nuevo que no hayamos visto en anteriores filmes de esta temática. De ella, me quedaría sólo con algunas escenas de los exorcismos, pero el resto es bastante prescindible.
A mi no me gustó. Le faltan vomitonas, levitamientos, giros de cabeza, cristales rotos, ruido de pasos, sombras malévolas… Vamos que no es que la pelicula no aporte nada sobre los exorcismo, es que le faltan y los que tiene son poco espectaculares.