Los árboles son los seres vivos más longevos del planeta, algunos, como las secuoyas, son capaces de vivir varios milenios. The Great Giant es uno de ellos, una secuoya de 3.000 años de antigüedad situada en el Parque Natural de Yosemite, en California. Resulta sobrecogedor ponerse a los pies de una de estas moles que en ocasiones sobrepasan los 100 metros de altura, rodear su circuenferencia, tocar su tronco, pensar las generaciones que por allí han pasado y darse cuenta de lo débiles que podemos llegar a ser.
Sin embargo, su larga vida se ve en ocasiones amenazada por diversos enemigos: hongos, insectos, fuego, rayos, contaminación, motosierras de Parques y Jardines o temporales. En nuestra tierra las galernas han derribado varios árboles de la Península de La Magdalena, pinos en su mayoría, no milenarios pero sí con una gran historia detrás, plantados hace un siglo cuando veraneaban los reyes Alfonso XIII y María Eugenia. Un ingenioso artista llamado Rogelio Verdeja, jardinero de la finca, ha posibilitado que estos tocones sigan guardando vida.
Hace poco estuve por la Magdalena y tuve la suerte de ver algunos de estos curiosos tocones.
En particular me gustaron el del botijo y el de los bolos, aunque lo que yo no sabía es que había tantos, ya que solo vi cuatro o cinco.
Un saludo.
Creo que la última vez que estuve paseando por el recinto vi una de las sillas talladas en la madera de uno de los árboles caídos. La próxima vez prestaré más atención, porque veo que son realmente una buena muestra de ingenio y de lo poco que cuesta aprovechar algo para hacer las cosas bien, y esto no suele ser muy habitual en esta comunidad y, si me apuran, en España.
Le felicito por la entrada y por su elaborada documentación fotográfica para la misma.
En el Diario Montañés se hace referencia hoy a estos ingeniosos tocones. Ahí les dejo la noticia:
http://www.eldiariomontanes.es/20120601/local/santander/curiosos-objetos-madera-magdalena-201206011347.html
Creo, como alguien apunta en uno de los comentarios que se han hecho al vídeo sobre este escultor, que los árboles muertos, siempre y cuando se pueda, tienen también su encanto, por lo que se les podría dejar en pie. En todo caso, para aquellos tronchados o bien en aquéllos en que no sea posible, hacer una hermosa escultura es una buena idea y una buena forma de aprovechar lo que nos queda. Y este personaje es realmente muy bueno haciendo esculturas.